El pasado 20 de marzo, nos unimos como Colegios Arquidiocesanos en un acto lleno de fervor y alegría, celebrando el Día del Estudiante Arquidiocesano, destinando la jornada para construir una identidad inspirada en el Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia Católica.
Bajo el lema «Tengamos los mismos sentimientos de Cristo» (Filipenses 2, 5), esta celebración conmemoró la labor de los estudiantes en su arduo camino educativo e invitó a reflexionar sobre el legado de humildad, amor y servicio que dejó Jesucristo. En este sentido, la Gestión de Bienestar Institucional y Pastoral de las Fundaciones Educativas propuso institucionalizar el 20 de marzo de cada año como el día del Estudiante Arquidiocesano, en sustitución de la fecha convencional, como un acto simbólico de identidad y compromiso con nuestros valores.
La elección de esta fecha no fue casualidad. Al situar la celebración un día después de la Solemnidad de San José, se busca resaltar el importante papel que tuvo Él en la vida de Jesús, así como inspirar a los estudiantes a confiar sus vidas a Dios, siguiendo el ejemplo de este humilde carpintero de Nazaret. Además, se enfatizó la importancia de cuidar y promover el don de la vida que germina en cada estudiante, orientándolos hacia un ideal mucho más grande: Dios.
Su día especial estuvo marcado por diversas actividades que buscaron fortalecer el espíritu de fraternidad, de alegría y de esperanza entre nuestra Familia Arquidiocesana, desde momentos espirituales, como la celebración de la Santa Eucaristía, hasta acciones recreativas, como partidos amistosos de fútbol o dinámicas en las aulas, y cada actividad fue diseñada con el objetivo de fomentar valores como el respeto, la solidaridad y la cercanía.
Nuestra comunidad educativa se destaca por sus diversos talentos y habilidades, y este día tuvieron la oportunidad de desarrollar obras artísticas y culturales, mostrando su creatividad a través del teatro, la danza, la música, el canto, la pintura y muchas otras manifestaciones artísticas. Además, se dedicó un espacio formativo para que los estudiantes conocieran y valoraran la historia de sus patronos, Santa Isabel de Hungría y Monseñor Alberto Uribe Urdaneta, como una manera de fortalecer su identidad arquidiocesana y formar jóvenes comprometidos con valores que los distingan ante la sociedad
Por último, se invitó a maestros y directivos a compartir los momentos más significativos de la jornada a través de las redes sociales, extendiendo así el mensaje de esperanza y fe más allá de las fronteras físicas de los colegios.
En los corazones de nuestra comunidad educativa, el Día del Estudiante Arquidiocesano quedará marcado como un encuentro con la esperanza, la fe y los valores que guían la vida de estos estudiantes, invitándolos a seguir los pasos de Cristo y San José en su camino hacia un futuro lleno de luz y amor.